Más camiones, escorias, incendios, accidentes…
En la madrugada de ayer se ha producido un nuevo incendio de importantes dimensiones en el vertedero de Las Lagunas, el segundo de estas características que se sucede en apenas mes y medio. En el curso de las operaciones, uno de los camiones del servicio de extinción de incendios ha sufrido un accidente en la carretera de acceso al vertedero.
De momento, no se ha informado de la causa de este nuevo siniestro, y es posible que nunca lleguemos a conocerla dada la escasa credibilidad de las versiones oficiales que han dado en anteriores ocasiones tanto el Gobierno vasco como la empresa Cespa. Lo que parece evidente es que esta vez no podrán achacar el origen del fuego ni a la caída de un rayo ni a las altas temperaturas, como en ocasiones anteriores.
Este nuevo siniestro tiene lugar en un momento de creciente malestar entre los vecinos de Gallardi y Sollano, que han denunciado el considerable incremento del número de camiones que acceden diariamente al vertedero en los últimos meses. En este sentido, algunos testimonios han alertado del tránsito de transportes especiales en dirección al vertedero y de la subida de vehículos durante la noche.
Es cuando menos sospechoso que este notable aumento del número de camiones que acceden al vertedero coincida con el cambio de gobierno en el Ayuntamiento de Zalla. ¿Acaso este mayor flujo de vehículos obedece a que se está permitiendo la entrada de camiones con un tipo de residuos que no se atrevían a depositar cuando gobernaba Zalla Bai?.
Entre tanto, en un alarde de irresponsabilidad y de deslealtad institucional, ni Medio Ambiente de Gobierno Vasco, ni la incineradora de Zabalgarbi (donde se generan las escorias), ni el Departamento de Sostenibilidad y Medio Natural de la Diputación, que dirige nuestra vecina Elena Unzueta, se dignaron siquiera a responder a los requerimientos oficiales del anterior equipo de gobierno de Zalla Bai sobre las escorias que se depositan en el vertedero de Las Lagunas, donde actualmente se pretende llevar a cabo una prueba experimental consistente en la valorización de las 30.000 toneladas de residuos de este tipo (recientemente nos hemos enterado de que llevan allí “al menos 5 años” almacenadas en el vertedero). No en vano, las escorias procedentes de la incineradora -que dependiendo de si superan o no determinados parámetros, se califican como peligrosas o no peligrosas– son, sin duda, uno de los posibles desencadenantes de los últimos incendios acaecidos en el vertedero.
Como se recordará, en 2014 el Ayuntamiento de Zalla tuvo constancia de que se estaban vertiendo escorias procedentes de la incineradora de Zabalgarbi en el vertedero de residuos no peligrosos de Las Lagunas, gestionado por Cespa. Ekologistak Martxan denunció esta práctica ante el Departamento de Medio Ambiente del Gobierno Vasco, el cual reconoció que las escorias no debieran haberse depositado en el vertedero por la superación de uno de los límites de admisión.
En abril de 2014, el Ayuntamiento gobernado por Zalla Bai presentó un recurso de alzada contra la Autorización Ambiental Integrada (AAI) del vertedero, solicitando el cierre del mismo y, en caso de no admisión del recurso, la interrupción inmediata del vertido de escorias de Zabalgarbi. Las razones para presentar esta solicitud eran, entre otras, la irregularidad del vertido de escorias y el riesgo de incendio-explosiones porque en el vertedero se generan gases de efecto invernadero (metano) que no estaban teniendo el tratamiento adecuado requerido por la AAI (el recurso de alzada puede consultarse en el link del documento colgado de la página web municipal).
Solicitamos al nuevo equipo de gobierno municipal PNV-PSE que recapacite y recupere el control exhaustivo del vertedero de Las Lagunas que en los últimos 8 años ha venido realizando el Ayuntamiento gobernado por Zalla Bai, y que exija al resto de organismos competentes (Gobierno Vasco y Diputación) que expliquen a la ciudadanía, sin tapujos, lo que está ocurriendo.
Irresponsable y vergonzoso , no hay derecho a consentir tamaño desatino, que afecta a todos los vecinos.
Ánimo y perseverancia.