El PNV manipula un informe de intervención:
¡Comienza la campaña electoral!
Cuando vemos a un niño en plena rabieta sabemos que se debe a una falta de tolerancia para aceptar la frustración; como también sabemos que es cuestión de tiempo que madure y acepte mejor que las cosas no siempre son como uno quiere. Cuando el niño – PNV – lleva 7 años de rabieta en rabieta la cosa empieza a preocupar.
Se comienza por no digerir que una asociación vecinal como Zalla Bai obtenga una mayoría absoluta, para seguir durante 7 años votando NO a todo, desde las obras del río o el hospital, hasta los asuntos más increíbles, por lo que significan de desprecio al ciudadano al que dicen representar: promoción de empleo, apoyo a CEL o, últimamente, solicitar a Diputación diversas mejoras en la línea de Bizkaibus; hasta en esto han votado en contra.
Finalmente, y viendo que con esta actitud no conseguían el efecto deseado, utilizaron el “comodín de la llamada”. Llamaron a Joseba Egibar para que pidiese en el Parlamento Vasco que se auditasen las cuentas de Zalla correspondientes a 2016; y no las de Barrika, Lezama, u otros Ayuntamientos con graves problemas económico-urbanísticos.Todos ellos en manos del PNV por cierto.
4 meses estuvo el máximo órgano fiscalizador de cuentas públicas vascas – TVCP – revisando documentación en el ayuntamiento, siendo su presidente el exDiputado General por el PNV José Luis Bilbao.
¿Cuál fue el veredicto emitido?
Tras fiscalizar varios aspectos relacionados con la legalidad, la contabilidad y el análisis financiero de la situación económica del Ayuntamiento de Zalla. En términos generales, el Tribunal concluye que “las entidades que integran la Cuenta General del Ayuntamiento de Zalla han cumplido razonablemente en el ejercicio 2016”.
No solo dijo esto, también dijo que se han corregido bastantes irregularidades heredadas de 2006, cuando gobernaba el PNV. Algunas llamativas de la “buena” gestión llevada a cabo:
- Contrataciones irregulares por valor de 2 millones de euros.
- Otros 2 millones en facturas de agua impagados al Ayuntamiento de Bilbao.
- 9 personas contratadas a dedo.
¿Qué hay de ese informe que enarbola el PNV local como un trofeo de guerra?
De la misma manera que hay arquitectas, aparejadores o administrativos, en los ayuntamientos también existe personal técnico en temas legales y de control económico como son la secretaría y la interventora, simplificando mucho, la tesorera.
Zalla ha tenido 3 interventoras en los últimos tiempos y cada una de ellas puede tener un criterio propio sobre los procedimientos de contratación a aplicar. Sin ir más lejos, en 2017 se aplicaron los mismos procedimientos de control que en el año 2016, año auditado por el Tribunal Vasco de Cuentas Públicas y aprobado con nota. Pues bien, desde intervención se emite un informe disconforme con la tramitación de algunas partidas y contratos de 2017.
La cadena de mando en la administración es la que sigue:
Los políticos dan órdenes a los técnicos.
Los técnicos son los que elaboran los pliegos y llevan a cabo toda la tramitación administrativa de los contratos.
Intervención fiscaliza esos contratos y, en función de su criterio, elabora un dictamen o una pautas a seguir para darle su aprobación.
Estamos, pues, ante un problema burocrático-administrativo. Los técnicos han seguido en el año 2017 el mismo criterio validado por el TVCP en 2016. Lo que ha cambiado ahora, es el criterio del técnico encargado de fiscalizar esas actuaciones.
Ahora bien, si lo que el PNV busca es hacer ruido para intentar sacar rédito político, siempre tiene la opción de volver a llamar a Joseba Egibar; el Tribunal Vasco de Cuentas Públicas ya sabe el camino y, por supuesto, tiene las puertas del Consistorio abiertas y la mejor disposición de los técnicos y del Equipo de Gobierno para realizar cuantas inspecciones crea oportunas. Este organismo ha sido el mejor aval de la gestión llevada a cabo por Zalla Bai en el Ayuntamiento.