A gritos, “alto y claro”, como ella misma dijo, acusó el pasado día 20 de marzo en la Junta General de la Mancomunidad al portavoz de Zalla Bai de: “mentir, chantajear, extorsionar y amenazar”.
Estamos acostumbrados a las salidas de tono, gritos más bien, de la presidenta, pero estas declaraciones podrían ser constitutivas de un delito de injurias. Por ello, Zalla Bai ha remitido un escrito a la Presidenta de la Mancomunidad instándole a:
“…que de manera igualmente pública en la siguiente Junta General de la Mancomunidad, y de modo «alto y claro» presente disculpas y se retracte de las manifestaciones realizadas durante la Junta General referida ya que, dichas manifestaciones podrían ser constitutivas un delito de injurias y calumnias con publicidad recogidas en los artículos 205 a 216 del Código Penal.”
26 años de mayoría absoluta han convertido a la Mancomunidad en un “chiringuito” lleno de irregularidades donde no se licita en 20 años un contrato de basuras que supone un desembolso para los ciudadanos de Enkarterri de 1.5 millones de euros.
Una institución que pierde 6 juicios por acoso laboral con a una trabajadora y se embarca en un nuevo juicio contra ella gastando más de 100.000 € de dinero público en lugar de pedir disculpas a la trabajadora e intentar poner fin a lo que un juez, en sentencia firme, declaró como:
«Conductas vejatorias constitutivas de acoso», “Trato humillante», «Violencia en el trabajo», «Conductas de abuso de autoridad constitutivas de acoso».
Una Mancomunidad que, saltándose sus propios estatutos, deja adherirse a la carta a Balmaseda pagando 9 veces menos que lo que le correspondería y, tras negarse a una mediación con Zalla para evitar un costoso juicio, conducta afeada por el propio juez, acude a la vista oral con un técnico al que ni siquiera han dado los estatutos de la entidad para realizar su informe de legalidad. No fue esta la única muestra del esmero que la Mancomunidad puso en defensa de su postura sobre la entrada de Balmaseda sin pagar los gastos comunes.
Ante la pregunta de si conocía que Balmaseda había pertenecido anteriormente a la Mancomunidad y cómo contribuía en ese momento a los gastos comunes contesta: «Ni idea. Lo desconozco. He cobrado 450 €, son pocas horas de trabajo y bastante que hay un informe escrito… como para empezar a preguntar qué es lo que pasaba antes…»
Brillante forma de defender los intereses de la ciudadania de Enkarterri.
Solo podemos sumarnos a la petición que en su día hiciera el propio Bizkai Buru Batzar (PNV), en un escrito dirigido a los alcaldes de Enkarterri, dijo que era necesaria una refundación de la Mancomunidad para librarla de: “Duplicidades, solapamientos e ineficiencias en el funcionamiento de estas organizaciones y gestión de recursos públicos”. Podrían empezar por una presidenta que injuria y a la que EH Bildu ya pidió hace tiempo su dimisión.