¡No es gratis!
La Hostelería, los taxis, las gasolineras, el comercio general y, por supuesto, nuestro Ayuntamiento, están sufriendo un perjuicio económico por estos 10 años de retrasos interesados en la construcción del hospital comarcal de Zalla.
Todos podemos intuir que la construcción del hospital comarcal en Zalla supondrá un salto cualitativo en la atención sanitaria de toda nuestra comarca. Lo que a veces se olvida es el impulso económico que esta infraestructura puede suponer para el municipio y la pérdida económica que le supone a Zalla tener unos locales cedidos de manera gratuita. Todo esto hace que sean más indignantes e incomprensibles estos 10 años de retrasos.
Es sobradamente conocido el impacto de los hospitales, aunque sea a una escala menor en este caso, en dinamizar y crear comercio en las zonas más próximas en que se implantan – cafeterías, floristerías o taxis – son algunos de los gremios positivamente afectados.
Durante la fase de construcción también hay un impulso económico, es una obra importante con un presupuesto de 4 millones de euros:
- Creación de empleos durante la construcción. Aumentarán los encargos para las empresas y gremios del municipio y el Ayuntamiento solicitará que la constructora contrate también a parados del municipio.
- Hostelería, gasolineras, ferreterías, restaurantes… una obra de esta envergadura generará consumo en diferentes comercios de nuestro pueblo.
Con el hospital en funcionamiento, además del impulso económico, habría que añadir la recuperación de los locales cedidos por Zalla a Osakidetza y por los que no ha percibido ni un solo euro en estos 10 años.
Otros beneficios que tendríamos que estar disfrutando desde hace 10 años:
- Los 240.000€ en concepto de licencia de obra, aproximadamente, que Zalla tendría que haber ingresado.
- Ser centro de referencia para 34.000 personas que hubieran visitado Zalla más a menudo, al aumentar los servicios facultativos en el centro; generando con ello potenciales consumidores en el comercio o los taxis de nuestro pueblo.
- También se hubieran creado nuevos puestos de trabajo en el sector sanitario al aumentar los servicios.
A este destrozo económico le debemos sumar los obvios beneficios en la atención sanitaria que se nos están hurtando durante estos años:
- Unas instalaciones modernas y adecuadas que nos hagan olvidar el obsoleto ambulatorio que tenemos en la actualidad.
- Más especialidades que eviten traslados a consultas al hospital de Cruces.
- Menos listas de espera.
- Un centro de trabajo donde todo el personal sanitario pueda hacer su trabajo en óptimas condiciones y no como ahora; sin espacio ni medios acordes al volumen de trabajo que soportan.
La lista de irregularidades y deficiencias de nuestro ambulatorio es tan larga que nos tenemos que remitir al informe elaborado por sus responsables hace ya 3 años. Irregularidades como carecer de puerta de emergencia en un local público:
Todos estos beneficios económicos y sociales son los que el Gobierno Vasco lleva retrasando de manera premeditada durante 10 años y, lejos de enmendar su actitud, continúa por la senda de los retrasos injustificados, sin contestar a las cartas de nuestro Alcalde o quitando dinero del presupuesto del hospital; lo que se traduce en nuevos retrasos de la obra.
Como último daño colateral de esta actitud, está el daño moral infligido a la ciudadanía que ve como se le conmina a pagar impuestos o que sea socialmente responsable, y luego tiene que salir a la calle a reclamar lo que en justicia debería estar hecho hace 10 años. Estas son las acciones que denigran a la clase política y la alejan de la ciudadanía.