El alcalde y la directora de Mimetiz LHI, a la vez que concejala por el PNV en el Ayuntamiento, están trabajando para que el nuevo instituto se construya en Ibarra, concretamente en la parcela situada detrás de Muebles La Magdalena y Talleres Reno. Ya han conseguido el visto bueno del Gobierno Vasco y para seguir adelante necesitan el acuerdo de la comunidad educativa.
Nos alegramos de que ¡POR FIN! AHORA, la construcción del nuevo instituto sea un asunto prioritario para PNV. Lejos quedan los tiempos de oposición en los que lo urgente era que el ayuntamiento pagara, con dinero de todxs, las reformas necesarias para que un edificio que está fuera de ordenación siguiera tapando la falta de infraestructuras educativas decentes en nuestro pueblo. De hecho, este problema no existió para los gobiernos municipales del PNV hasta que Zalla Bai alertó de la situación del centro y puso el asunto en la agenda del Gobierno Vasco.
Echamos de menos entonces que, en lugar de poner palos en las ruedas, el PNV hubiera arrimado el hombro y, como les gusta decir AHORA, todos a una de la mano, hubiéramos trabajado para resolver el problema y conseguir que se construyera el instituto cuanto antes y en la mejor ubicación posible. Se ve que tenían otras prioridades. Pero los esfuerzos para resolver este grave problema son siempre bienvenidos, así que vamos a pensar que más vale tarde que nunca y analicemos esta milagrosa solución que está poniendo nuestro gobierno municipal encima de la mesa:
– Una solución de espaldas a la ciudadanía: es del todo desleal no compartir, debatir ni informar a los miembros de la Corporación, elegidos por las y los vecinxs de Zalla, sobre una decisión tan importante para nuestro pueblo.
– Una ubicación con trámites urbanísticos pendientes porque, según las Normas Subsidiarias, estaba destinada a ser un polígono industrial. Esto significa que no puede hacerse un instituto sin un procedimiento urbanístico previo que modifique dicha naturaleza. Cuando el Gobierno Vasco exigió a Zalla Bai ofrecer un terreno gratuito, se propusieron aquellas ubicaciones que ya estaban listas para albergar directamente un equipamiento docente: Aranguren y Aretxaga.
– Una solución con más preguntas que respuestas: ¿quién lo va a urbanizar?, ¿para cuándo?, ¿con qué dinero?, ¿a qué particular se le van a comprar los metros que faltan?, ¿cuánto va a costar?, ¿cómo va a afectar al resto de propietarios de este sector?
– Una solución en contra de los intereses de las familias: es la ubicación OBJETIVAMENTE MÁS LEJANA AL NÚCLEO URBANO JAMÁS PLANTEADA. Está más lejos que la actual, que la de Aranguren y que la de Aretxaga de la mayoría del alumnado. Por tanto, aumenta la longitud de los desplazamientos, hace imposible la vuelta a casa para comer al mediodía, aumenta los problemas de tráfico y aparcamiento en la recta de San Pedro… A lo mejor ya tienen previstas más «soluciones» para todos estos problemas que están generando para que el instituto pueda ofrecer una educación pública de calidad, como por ejemplo poner un comedor de catering (porque en secundaria no tienen obligación de poner cocina), aprovechar el transporte público que tiene paradas cerca o poner aparcabicis, a ver si el alumnado se anima a utilizarlas. También pueden presumir de que gracias a esta mueva ubicación los alumnos de Aranguren (solo los de 1º y 2º de la ESO) tendrán derecho a subvención para pagar el transporte y el comedor aunque, para ello, hayan metido a todas las demás familias en el mismo problema que sufre hoy en día dicho alumnado.
– Una solución PNV-Style: no admitiremos que, en su afán por ser originales y desacreditar el trabajo del equipo municipal anterior, se deje en la cuneta la opción de Aretxaga, ya que Zalla Bai logró un compromiso del Gobierno Vasco para construir allí el instituto, así como un compromiso del constructor para urbanizar la parcela en plazo. Solo un debate razonable y con argumentos de peso podría lograr el consenso necesario para descartar las opciones de Aretxaga y Aranguren a favor de la de Ibarra.
– Una solución improvisada: Una vez más, el PNV funciona a golpe de cita electoral en lugar de marcar los ritmos en función de las necesidades de la ciudadanía. Pronto habrá elecciones a Lehendakari y ya han improvisado algo que anunciar. Improvisar no es la forma de construir un pueblo para el futuro. Fruto de la improvisación del PNV se construyó un edificio de educación infantil pequeño y construido bajo una ladera que se cae, un edificio de secundaria construido sobre un regato, un frontón que se derribó sin prever un lugar a cubierto para nuestros jóvenes… por no hablar del resto de infraestructuras no docentes también improvisadas: nuevo frontón-ruina, hotel-restaurante de El Longar…